This is
my story

Hello, my name is Edith, and I am a Latina Curandera.

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I am a Psychic Medium who connects with your guides and Ancestors to bring you the messages and guidance you are ready to receive. As a Crystal Healer, I work with the energy of crystals to help you return to your authentic self. My healing practices include limpias with herbs, Reiki energy work, Akashic Records guidance, sound healing, and oracle readings.

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I began my healing and crystal business in 2020, during a time when many of us were seeking support, clarity, and connection. My own healing journey began 13 years ago, after the birth of my son. That moment became a catalyst for deep transformation—it led me to leave behind a marriage and a corporate career that no longer aligned with who I was becoming.

Once I accepted my life purpose, I allowed myself to use my gifts to help motivate, empower, and guide others to step into their highest potential. As a Curandera, I integrate ancestral wisdom, herbal remedies, and energy work to help bring balance and harmony to the mind, body, and spirit. I believe in the healing power of Madre Tierra, the strength of our Ancestors, and the importance of community in the journey of transformation.

Today, I am honored to host Women’s Circles, inspired by a time in my life when I once felt alone in my healing. Through those circles, I found community, connection, and sisterhood—and now I offer that same space for others. No experience is needed, only an open heart and the willingness to show up as you are.

With my new storefront in Highland Park, California, I’m able to hold space in a more personal and intimate way. This space was created for you to feel supported, guided, and seen. My Ancestors—many of whom I never met in this lifetime—walk beside me every day, guiding the work I share with my community.

If you are seeking clarity, healing, or a deeper connection to your spiritual self, I would be honored to walk with you on this journey.

With gratitude,
Edith

Sobre Mí

Hola, mi nombre es Edith, y soy una Curandera Latina.

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Soy Médium Psíquica y me conecto con tus guías y Ancestros para ofrecerte los mensajes y la guía que estás lista(o) para recibir. Como Sanadora con Cristales, trabajo con su energía para ayudarte a reconectarte con tu esencia más auténtica. Mis prácticas de sanación incluyen limpias con hierbas, sanación energética con Reiki, lecturas de Registros Akáshicos, sanación con sonido y lecturas de oráculos.

Comencé mi negocio de sanación y cristales en el 2020, en un momento en que muchos buscábamos apoyo, claridad y conexión. Mi propio camino de sanación comenzó hace 13 años, después del nacimiento de mi hijo. Ese fue un punto de transformación profunda que me llevó a dejar un matrimonio y una carrera corporativa que ya no estaban en alineación con mi propósito.

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Al aceptar mi verdadera misión de vida, me permití usar mis dones para motivar, empoderar y guiar a otros hacia su mayor potencial. Como Curandera, integro la sabiduría ancestral, los remedios herbales y el trabajo energético para ayudar a restaurar el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu. Creo en el poder sanador de Madre Tierra, en la fortaleza de nuestros Ancestros y en la importancia de la comunidad en el proceso de sanación.

Hoy tengo el honor de guiar Círculos de Mujeres, inspirados en una etapa de mi vida en la que me sentía sola en mi propio proceso. A través de estos círculos encontré comunidad, conexión y hermandad, y ahora ofrezco ese mismo espacio para quienes buscan sanar y florecer. No necesitas experiencia previa, solo un corazón abierto y la disposición de presentarte tal como eres.

Con mi nueva tienda en Highland Park, California, puedo sostenerte de una manera más íntima y personal. Este espacio fue creado para que te sientas acompañada, guiada y en paz. Mis Ancestros, muchos de los cuales no conocí en esta vida, caminan conmigo cada día y son parte de este trabajo que comparto con mi comunidad.

Si buscas claridad, sanación o una conexión más profunda con tu espíritu, será un honor acompañarte en tu camino.

Con gratitud,
Edith